Agripina. Primera
emperatriz de Roma
Emma
Southon
Traducción de Marc Figueras
Pasado & Presente,
272 páginas
Ana Alejandre
La historia de la Antigua Roma y el esplendor del Imperio Romano siempre ha
despertado una gran fascinación en los lectores, incluso si se compara con
otros períodos históricos más recientes. Quizás se deba a que esa época
histórica ofrece en sus crónicas más atractivos que las demás por tener en ella
cabida más virulencia, intensidad y crueldad .encarnados en sus protagonistas,
siempre masculinos, con sus muchos escándalos que provocaban sus continuos
adulterios, incestos, orgías, asesinatos, conjuras, traiciones, y guerras
fratricidas, lo que espolea la imaginación de los lectores que encuentran en
ellos una continua sucesión de hechos a cual más morboso y excitante.
No podía ser menos fascinante la historia de Agripina. Julia Agripina, nacida,
probablemente, en Oppidum Ubiorum, en el año 15 d.C. también conocida como
Agripina la Menor. Fue la hija mayor de Germánico y Agripina la Mayor, y, por
tanto, bisnieta de Marco Antonio y Octavia la Menor. Fue, además, hermana de
Calígula, también esposa y sobrina de Claudio y madre de Nerón. Con esta
genealogía no podía tener una vida muy rutinaria y plácida, porque la dinastía
Julio-Claudia a la que pertenecía, ha dado muchas páginas a la historia de
escándalos sexuales, crímenes, traiciones, conjuras como para llenar por sí
solos muchos tomos.
La autora de esta obra manifiesta en la introducción su deseo y empeño de
realzar la figura de Agripina, a la que considera una figura extraordinaria, y
sacarla del olvido en la que la sepultaron los hombres que la rodeaban y que
siempre eran los protagonistas de la historia y las mujeres solo figuras
decorativas y condenadas al ostracismo y casi el anonimato, en su condición de
mujer. Sin embargo, Agripina fue una mujer que, sin ostentar directamente el
poder, permaneció en el epicentro del gobierno imperial durante más años que
muchos afamados emperadores consiguieron estar.
Agripina se dio cuenta desde muy joven de los círculos de poder reservados a
los hombres y en los que no tenía cabida ninguna mujer por el hecho de serlo.
No se resignó e intentó tomarlos a la fuerza. Conjuró contra su hermano, siendo
este ya el emperador Calígula y fue descubierta y condenada al destierro.
Cuando volvió a Roma, después de la muerte de Calígula, intimó con su tío
Claudio que había sido nombrado emperador y estaba ya viudo de Mesalina a la
que había mandado ejecutar. Se casó con él y tuvieron un hijo varón que sería
conocido como Nerón.
La autora de esta obra es una experta conocedora de historiografía romana, por
su profesión de historiadora, y escribe con rigor, conocimiento y una gran
profusión de datos que no solo ofrece en la narración, sino que los utiliza
para dar su propia versión de experta en esta apasionante época histórica. Su
escritura utiliza un lenguaje sencillo, claro, casi coloquial, que rompe un
poco los esquemas de este tipo de obras, pero que ella ha declarado usar para
acercar a muchos lectores que se aburren con los libros de historia, por la
forma académica en la que han sido siempre escritos. El tono de esta escritora
es siempre directo y, muchas veces, destila ironía e, incluso, sarcasmo. Se
dirige al lector para hablarle como si fuera un interlocutor con el que
compartir ideas y opiniones.
La narración se divide en cinco capítulos, en los que los hombres siempre
tienen un lugar porque así sucedía en la vida real en la que los varones
estaban a la luz y las mujeres en la sombra y solamente eran débilmente
iluminadas por el resplandor de ellos. Al principio era su padre, Germánico,
después fue la sombra de Calígula, el emperador y su hermano y, más tarde, su
tío Claudio, al contraer con él matrimonio, lo que provocó un gran escándalo
porque era hermano de su padre y, por lo tanto, se consideraba que dicho enlace
era incestuoso. Después de enviudar, tuvo que soportar los rumores de que había
matado a su marido, Por último, pasó a ser la madre de Nerón, el emperador
tirano que no quiso compartir el poder con ella.
Es por todo esto que esta obra, por lo elementos históricos que la componen,
los personajes singulares y todas sus complejidades psicológicas, los hechos
narrados y el escenario histórico en el que se desenvuelve, es una narración
muy fácil y amena de leer, en la que encontrará el lector datos fidedignos y
rigurosos, pero siempre teniendo la sensación de que está dialogando con la
autora por su desparpajo, soltura narrativa y ese tono coloquial de compartir
con el lector sus opiniones, como intentando un diálogo mutuo que enriquecerá a
ambos.